Blogia
Bichitos Viajeros

Turismo contemplativo

Turismo contemplativo

En Macchu Picchu, muy temprano, si prestas atención escuchas el ruido que hacen las nubes mientras ascienden del fondo del valle hacia el cielo; como si también comenzara la jornada para ellas y fueran cada una a sus puestos, a trabajar, o a observarnos desde mejor perspectiva.

Realmente, las nubes de Macchu Picchu son tan silenciosas como las nubes de cualquier parte. Es el lejano río Urubamba, a 450 metros en el fondo del cañón, el río que rodea casi por completo al mágico emplazamiento en su camino hacia el Amazonas. Es él quien realmente da forma a la banda sonora del lugar, las nubes hacen la coreografía.

0 comentarios